Sigamos soñando

Nochevieja es la noche más llena de tópicos y ritos. Osea, de gilipolleces. A los que se despiden de uno o una cinco minutos antes de que las agujas del reloj con el consabido: “¡Nos vemos el año que viene!” sonriéndote como si aquello fuese una despedida para toda la eternidad (yo es que a est@s los enviaba lejos de verdad) se unen este año los no menos “ingeniosos” que te dicen exhibiendo una sonrisa de oreja a oreja: “¡Hasta la década que viene!”. A es@s, que tan impúdicamente el subconsciente les traiciona porque en realidad lo que quieren es verte lejos de allí durante una temporada, los enviaba a la cola del paro de las relaciones sociales si es que existe la susodicha cola (y si no existe la invento ahora mismo)
Luego aparecen l@s pedigüeñ@s con aquello de: “Yo al año nuevo le pido salud, dinero y amor” ¡Ahí es nada! ¡Cómo si el año nuevo fuese ZP! Además esa es una petición sin lógica porque si a todo el mundo se le concediese lo mismo –si es que hay alguien con esa potestad omnímoda- se pararía el ciclo de la vida y el mundo se pondría imposible de personal, como muy bien apuntó José Saramago. Así que mejor que se siga muriendo la gente –tranquil@s que esa nunca llama dos veces- se sigan arruinando y enriqueciendo otr@s y sigamos retozando discrecionalmente. De ese mismo estilo de personajes son l@s que, como si creyesen que piden poca cosa, espetan: “Yo que me quede como estoy”. Otro imposible porque nadie se puede quedar como está. Pretender eso es como despreciar el orden universal en constante evolución. Así que el año que viene, nos seguirá cayendo el pelo, aparecerán más canas, nos subirán los impuestos y, si nadie lo remedia –que nunca lo hace- caeremos en nuevos errores y, algun@ que otr@, en los mismos.
Pero a pesar de que somos conscientes, en gran medida, de nuestros imposibles, seguiremos poniéndonos la ropa interior roja o amarilla, pondremos velas en nuestra mesa a la hora de cenar y nos atragantaremos –como cada fin de año- al intentar comernos las doce uvas de nuestros deseos al son de las campanadas… Porque, en definitiva, nos es necesario soñar.
22 comentarios
María José más de nuevo -
Para Maria José de nuevo, de nuevo -
María José de nuevo -
Para kaleidoscopio, ahorrativa con mucho sentido -
Para Violeta, puntualizando por partida doble -
Kaleidoscopio -
Violeta -
Violeta -
Besitos dulces.
Para calma... de colores -
Un beso, ese si, talentoso :)
calma -
Al margen de felicitaciones, que el talento te siga acompañando para que sigas escribiendo así.
Un beso grande
E.
Para Abril, mensaje recuperado -
Para Violeta, un ramito de doce idems -
Abril -
Llegados a este punto si quieres más aclaraciones tendremos que correr las cortinas ;-)) (por lo del copyright)
Violeta -
Feliz años nuevos, va por este y los sucesivos.
Besitos dulces añorado amigo.
Para María, sus buenos deseos renovados -
Para osocavernario, feliz en las Antípodas -
Para María José, dueña de sus curiosidades -
A la segunda, alguno va quedando...
La frase "es lo que hay" denota derrota y no me da la impresión que tu lo estés.
Besos de EL.
Para Abril, y su 'copyright' -
Maria -
Besotes enormes
oso cavernario -
María José -
Yo si me las como a pesar de todo, es divertido ver como no te da tiempo a comértelas y parece que si no te las comes a tiempo tus deseos no se cumplirán, al resto le pasa igual, unos se atragantan, otros pasan de comérselas, otras les entra la risa cierro mis ojos me bebo el cava o el champagne y sueño que se van a cumplir mis deseos.
Pero seguiré soñando todos los días, porque cada día es un comienzo y un final. ¿Tú tienes sueños?
Una foto muy bonita.
María José
Abril -
Yo me conformaría con caer en los mismos errores... más que nada por lo intentar que dejen de ser errores.
Besos.